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Solo los amantes sobreviven

Hace unos de días discutía con una amiga sobre una de mis películas favoritas: Sólo los amantes sobreviven de Jim Jarmusch. Todo empezó porque para ella es una película “aburrida” y “vacía” y para mi es una indudable obra de arte.
Sin embargo, su opinión no me sorprende porque no es la primera persona en decirme algo similar. De hecho, cada persona a la que le he recomendado la película llega a la misma conclusión:
“En esa película no pasa nada”
Así que me di a la tarea de escribir este post para explicar brevemente porque este filme es especial.
Sólo los amantes sobreviven es la historia de Adam, un vampiro depresivo que reside en una desolada Detroit; Eve, que vive en Tánger (Marruecos) y ha sido su amante durante siglos debe viajar a Detroit para ayudar a su esposo.
Con una trama simple como esta es fácil decir que la película carece de acción especialmente porque entendemos que cuando se habla de vampiros hay que ver mucha sangre, fantasía y super poderes. Yo no creo que a la película le falte acción, me parece que el vampirismo comercial nos mal acostumbró.
Adam y Eve son tal vez los vampiros más humanos alguna vez llevados al cine, en esta película que bajo su “superficie aburrida” tiene un significado profundo.

En Solo los amantes sobreviven, Jarmusch reemplaza la fantasía por conversaciones, las cacerias en favor de hermosos planos nocturnos, olvida los super poderes y usa la música para crear una realidad inmersiva.
Adam y Eve no encajan en el molde de vampiros, sus super poderes son su amor por el arte y la capacidad para cultivar amistades entorno a este.
Esta no es una película de vampiros, es una película sobre humanos y una reflexión sobre nuestra decadencia como especie. Hemos transformado nuestros medios de vida en objetos perecederos olvidando lo verdaderamente perenne. El arte, la música, las letras, la ciencia son inmortales por eso solo los que aman sobreviven.
That new Dopelord record is something else!
Nerve: Definiendo una generación

Nerve (Un juego sin reglas) nos cuenta la historia de una chica en su último año de colegio que decide ser parte de “un juego en línea de verdad o reto, pero sin la verdad.” En este juego deberá cumplir retos que le son asignados por otros usuarios para ganar dinero.
Me llamó mucho la atención que las personas involucradas en este juego son divididas en dos grupos: jugadores u observadores, y como partiendo de esa idea podemos hacer una reflexión sobre el estado de nuestra generación.
“¿Eres jugador u observador?”
Cualquiera que sea la respuesta nos deja conocer mucho solo sobre la persona cuestionada, pero también sobre esta generación. Esta es una pregunta que en cierto modo define a los cibernautas_._ Vivimos en una época en la que se puede aprender mucho sobre una persona solo viendo sus perfiles en linea, el smartphone se convirtió en algo tan esencial que los más jovenes estan pasado hasta 8 horas diarias conectados.
Los seres humanos somos impulsados por necesidades y las redes sociales se las han arreglado para crear la necesidad de documentar nuestra vida online. La gente está creando y consumiendo contenido la tercera parte del día, nos convertimos en consumidores de vacíos impulsados por narcisismo que la mayor parte del tiempo alimentan los celos, la avaricia y la envidia. ¿Qué tan lejos estamos del juego Nerve?
El Hogar de Dylan
Al inicio de No Direction Home, el documental de Martin Scorsese sobre Bob Dylan, el artista pinta con sus palabras una de sus frases más memorables:
“Nací muy lejos de donde se supone que debo estar, por lo tanto, voy de camino a mi hogar”
Hubo un tiempo en el que para mi estas palabras eran como un evangelio. Asumía que Dylan se refería a mudarse, a moverse, a ir lejos del humilde pueblo que lo vio crecer. Me identifiqué con él en ese sentido puesto que nací y crecí en un pueblo pequeño. Desde que puedo recordar siempre quise irme lejos porque aunque tenía suficiente sentía que no pertenecía.
Llegando al final de mi adolescencia, y viéndome pateando piedras, Dylan seguía conversandome:
Nací aquí y moriré aquí en contra de mi voluntad
Sé que parece que me muevo pero estoy quieto
Cada nervio de mi cuerpo está tan desnudo y entumecido
Ni siquiera puedo recordar de qué vine a escapar
Ni siquiera escucho el murmullo de una oración
Todavía no está oscuro, pero se está acercando
— Not Dark Yet
Hoy, varios años, lugares y fracasos después, las mismas palabras, en el mismo contexto tienen otro significado.
Dylan era un judío en Minnesota pero se convirtió en un icono de la música Folk, escribió e interpretó himnos del movimiento politico en pro de los derechos civiles, controversialmente reinventó por completo un género musical y cambió la música popular como tal en el proceso. Bob Dylan ha sido cantante, escritor, actor e incluso un cristiano devoto. Ha encontrado algunas piedras en el camino, ha caído, pero cada vez que todos han creído que su fin ha llegado, Dylan le ha dicho al mundo “aún no he llegado a mi hogar.”
Ahora comprendo que el hogar de Dylan no es un lugar. Es un estado de crecimiento constante, creatividad perseverante, e incesante aprendizaje. Hay que ser felíz aquí, en el camino al hogar.
The Importance of Rating One’s Music Collection
I was wondering a couple of days ago if anyone ever uses the “rate song” option that almost all the music players have. I thought this because I realized that although I find the process of rating music to be very important I’ve never used such option on any of the dozens of music players I’ve used throughout my life. This is mostly due to the fact that I focus on listening to albums instead of separate songs or singles.
Having a rating system does not only helps you identify your favorite records, it gives you a better glimpse at your own music collection, and for people with large album collections it helps them to keep track of everything they listen, buy, loan and sometimes sell, and that alone is an incredibly hard task to accomplish, even nowadays when there’s an app for everything.
While thinking about this I recalled that many years ago I used CATraxx to organize, rate and edit my music collection but when I gave up on Windows in favor of Linux, CATraxx wasn’t available and most of the music players I’ve found didn’t have an option to rate albums. That led me to develop an app that would read my music files tags, fetch the album information from Last.fm and add it to a database that allowed me to edit or add details through a nice and clean web interface. I realized that RateYourMusic was probably a better option but I just couldn’t cope with its interface. Months later I abandoned my project (which must be somewhere in some of my old hard drives), it was too much work. I simply gave up on rating my albums.
Now that I think about it, it has affected my music listening habits. Didn’t I only start listening to lesser music because I was unable to know exactly how many albums I was getting on vinyl or CD, how many digital albums I was downloading from Bandcamp, iTunes (at the time, I can’t stand it anymore) and private trackers; I also started to distance myself from my own music collection. I didn’t know what I had, and sometimes was hard to remember if I had listened to certain album or not. Being someone that is constantly looking for “perfect albums” this is something that bothers me a lot and has to change.
The problem is things are pretty much the same, perhaps worse. The development of CATraxx stopped years ago, Last.FM has lost it completely, Libre.fm isn’t a reliable option, and these days I just don’t feel like coding anymore. The only hope is RateYourMusic, wich will “soon” be Sonemic and will integrate new and better features, along with a new design and I’ve got to admit their landing page looks promising, but that would have to wait until (at least) April. So, I guess for the moment I’m stuck with beets which is the best thing that’s ever happened to owners of digital music collections but doesn’t quite helps me to get my albums rated. I wish there was something like Letterboxd but for albums.
So, what are my options? Collectorz? iTunes? An OS X app that I don’t know of? What exactly?